Me encontraba en España bailando para una compañía de danza y quejándome de todo lo mal que eran gestionados los eventos, el vestuario, las coreografías, la iluminación, etc. Un colega y amigo técnico de luces, me dijo -tú deberías ser la coreógrafa en lugar de quejarte-
Regresé a México y regresé a la universidad
Estaba estudiando Relaciones Internacionales en la UNAM, porque después de haber pasado 9 años dedicándome de lleno a la danza profesional, mi madre me enloquecía con que debía estudiar "una carrera de verdad". Pero las frases de mi amigo Jordy me daban vueltas, era cierto. Tenía una necesidad de hacer las cosas a mi manera y como yo lo imaginaba y eso me hacía estar en conflicto con algunos directores como bailarina ejecutante o intérprete. A escondidas de mi madre, y con mis propios medios inicie la Licenciatura en Coreografía en la ENDCC del CENART
Sin dinero pero con mucha creatividad
Comencé a dar clases de pilates y ballet para niños, así financié mis estudios cuando mi madre se enteró que dejaba las Relaciones Internacionales para dedicarme a ser Compositora de danza. Poco a poco, las clases con mis alumnitas de tutu rosa se fueron transformando en pies descalzos y ropa cómoda de colores.
Descubrí que la metodología de composición que estudiaba, la practicaba con mis pequeñas alumnas y empecé a desarrollar nuevas formas de aprendizaje-enseñanza de la danza. Se volvieron clases de danza contemporánea pero había algo más...
コメント