Los años decisivos para la consolidación de este proyecto fueron entre 2011 y 2015. Primero pasé cerca de 2 años implementando tests sobre el concepto al que quería llegar, entendiendo quién era mi público y adaptándome a la infraestructura con la que contaba para realizarlo.
Tengo que decir que Bruselas es la capital de la danza por excelencia, aquí casi cualquier persona sabe qué significa danza contemporánea y casi cualquier persona ha visto alguna obra o practicado clases en un momento de su vida. Esto definitivamente cambió la forma de comunicación con los padres y con mis alumnos, porque yo ya no tenía que convencerlos de nada, los que llegaban ya sabían que no eran clases de ballet, ni de jazz.
Todavía no sabían qué era la creación coreográfica para niños, pero había la curiosidad.
Estos dos años de pruebas fueron fundamentales y muy difíciles, porque había meses que solo tenía 1 alumno, porque la formulación del taller a veces era por clase, o por mes, una o dos veces por semana, y todavía no encontraba cómo retener a los niños más de 4 semanas consecutivas, tuve que analizar constantemente mi metodología y hacer funcionar un marketing específico.
Por mucho tiempo, el gran bloqueo para mí fue poder darle un valor económico justo. En general el mercado de "clases para niños" tienen tarifas muy bajas porque están basadas en volumen de alumnos y no tanto en la particularidad de la clase. Mi barrio está lleno de actividades culturales para pequeños.
Y por otro lado el público de la Casa de América Latina es bastante específico y tampoco me ayudaba.
Tuve que inventar todo un sistema dentro del sistema y el día que tomé esta foto sentí que lo había logrado. 2014
Poco a poco empezaron a llegar familias que venían de otras escuelas de danza muy importantes en Bruselas, como la escuela de Anne Teresa de Keersmaeker porque se enteraron que había algo diferente en este taller.
Poco a poco el grupo que tenía, se mantenía creciendo y nadie se iba, se corría la voz en el barrio, entre las escuelas y familias hablaban con otras familias.
Los alumnos continuaron año con año y en 2014 separé los grupos para poder seguir ofreciendo la misma calidad.
...el trabajo que realizo es tan personalizado que sería difícil atender los procesos de creación de más de 10 alumnos
Por supuesto que quiero estar remunerada correctamente para poder seguir en mi investigación coreográfica específica con niños, pero mi sistema esta creado para poder autofinanciarse con mínimo 7 alumnos y un máximo de 10 por grupo.
Desde el 2019 tengo 3 grupos divididos por edades, con quienes trabajo la misma metodología pero aplicada a su rango de edad, a veces trabajamos juntos a veces separados. Las alumnas del grupo más antiguo (10-12 años), las considero casi colegas profesionales, sus procesos creativos son muy independientes y son capaces de crear obras de 5 a 10 min que se sostienen !
Si ! por supuesto, bailan como yo y piensan el movimiento similar a mi ...pero, estoy orgullosa de eso
Sin embargo, siempre he valorado mucho mi formación académica y es muy importante para mi que trabajen con otras coreógrafas y coreógrafos y puedan enriquecer su lenguaje, sobre todo teniendo en cuenta las posibilidades que hay en Bruselas de trabajar con artistas internacionales.
Pero esto tampoco ha sido fácil ! porque la mayoría de coreógrafos solo trabajan con adultos y encontrar artistas creadores con experiencia de trabajo profesional con niños o que desean experimentar con niños, se reduce a una decena.
Y a lo largo de este tiempo puedo decir que algunos de mis colegas se han podido beneficiar con mis grupos para seguir formándose en esta rama y que claramente algunos han visto el potencial y han comenzado a desarrollar sus propios grupos y metodologías como Corentin, Lisa, Edoardo, etc. y que afortunadamente se han podido apoyar en mejores estructuras como la de Dance Centrum Jette y estoy contenta de ello, porque eso me permite seguir colaborando con ellos a largo plazo.
También tuve la fortuna de trabajar con Delphine Mertens a quien he visto crecer profesional y artísticamente desde cero y ha sido la colaboradora más fiel y querida por los alumnos de ChoreograKids hasta el momento y con quien sigo desarrollando proyectos como las #videoconfeDANSES a este último proyecto se han unido creadoras como Quetzal (Coreógrafa en Suiza) y Alice Martinache (Directora de teatro en Bélgica)
En el camino de altos y bajos también he encontrado artistas oportunistas que han querido robar el proyecto y he tenido que defenderlo a capa y espada. Es verdad que este proyecto ha tenido mucho éxito. Cualquier creador quisiera estar bien pagado por lo que hace, poder hacer arte con ello y ser reconocido por su propio público. Y una vez que todas las bases han sido planteadas como modelo metodológico exitoso, es fácil aplicarlo con un poco de creatividad y conocimientos de herramientas coreográficas. Por eso tengo que decir que he tenido un par de malas experiencias de las que he salido a flote y que al mismo tiempo agradezco que sucedieran para mejorar muchas cosas del proyecto.
Siempre estoy abierta a la colaboración artística con respeto y honestidad.
Pasar de 1 alumno a 10 alumnos no fue fácil pero creo que lo logré porque cada vez me alejaba mas y mas de las clases tradicionales de danza y me acercaba mas y mas a los talleres de creación coreográfica al estilo de lo que es mi propio proceso de creación profesional.
Nombrar lo que hacía me parecía me parecía que era importantísimo por todo lo anterior y encontrar la definición fue parte del proceso de estos 2-3 primeros años. Para mi estaba claro que es un "taller de creación coreográfica hacha para y por los niños".
Por un lado quería que se entendieran fácilmente, pero al mismo tiempo no tenía hasta el momento ninguna referencia de que alguien estuviera haciendo algo parecido en el año 2011. En mi investigación, la palabra coreografía viene del antiguo griego choreo χορεία/khoreía (« danse en chœur » "danza en coro" ) y grafía del sustantivo γραφή/graphế (« écriture » "escritura, notación" ), actualmente el término se comprende como "crear estructuras en las que suceden movimientos".
Pero el término como lo conocemos actualmente, solo se comenzó a utilizar en el año 1700 por el francés Raoul-Auger Feuillet para referirse a la notación de danza en uno de los libros que publicó. Esta información la conocía desde la universidad en México, pero necesitaba re-encontrar las conexiones con mi quehacer actual, y por esta razón para mi fue importante conservar la correspondencia con la lengua francesa, unirla con la multiculturalidad de mi público y que se entienda claramente que son coreógrafas y coreógrafos profesionales quienes están a cargo de la dirección de los niños y no bailarines o maestros de danza.
Estos carteles son parte de este proceso y evolución:
El Taller de creación coreográfica hecho por y para niños lo renombré #ChoreograKids por ahí del año 2015 ...y sigo haciéndome la pregunta si debería cambiarlo a #ChoregraKids, #CoregraKids ó #CoreograKids ....